martes, 20 de mayo de 2008

En la carretera




Los echaron del coche, y llevan quince días sin moverse del lugar donde los abandonaron y pendientes de cada coche que pasa por si vuelven sus dueños....Entre la lluvia y los dias "al pairo" tienen el pelo formando bolas. Según nos cuentan son muy mansos, el negro pide mimos constantemente y el otro está tan asustando que a duras penas consiguen acariciarlo.

Estos dos perros tuvieron una familia. Una familia que hace dos semanas los metió en el coche. Los imagino asomados a la ventanilla, pensando en el fin del trayecto. ¿La playa? ¿El monte? La cuneta. La cuneta en la que llevan dos semanas sin moverse, fijándose en cada coche, esperanzados en que alguno de ellos sea su familia que vuelve. Dos semanas y no se han movido de allí. Dos semanas soportando la lluvia, el frío de las noches, alimentados por la caridad de los vecinos. Nos cuentan que son muy buenos pero que están asustados. Desconcertados. Vamos a conseguirles una familia de verdad antes de que acaben en la perrera preguntándose qué es lo que hicieron mal.Por favor, acoge, adopta.
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2 comentarios:

Unknown dijo...

¡Dios mío Sigrid! aun escribiéndote este mensaje, las lagrimas corren por mis mejillas, sé que sucede muchas veces, pero ¿es tanta la inhumanidad que existe? ¡Dios! si son capaces de tratar así a un animal que daría su vida por nosotros, ¿Qué no serán capaces de hacer, con cualquier otro ser?
Yo que soy poseedora de 3 tesoros, un pastor del pirineo, un griffon y un caniche toy, no logro entender como puede haber gente, no ya sensible, ni tan siquiera humana, que pueda hacer eso, ¡me avergüenzo de considerarme de la misma raza que ellos!
Mis saludos y gracias por tu bondad.

Celta y Roja dijo...

Me sucede lo mismo que a Olga, sencillamente no puedo entender a esos desalmados que se deshicieron de estos dos pobres perritos. ¿Cómo volver a confiar en una raza que los ha traicionado? No puedo hacer mucho desde acá, sólo rezar para que cada uno de estos fieles compañeros encuentren el buen hogar que se merecen y abrazar fuerte a mi Millie para demostrarle que entre nosotras no hay traiciones.